Foto:Jairo Vargas
Don José Sacristán es mucho más que un excelente actor. Dicha virtud se extiende a otros muchos ámbitos de su vida; pero, por encima de todo, es su honesta inteligencia y coherencia lo que me hace tener fe en la humanidad. Cada pensamiento, cada palabra que pronuncia evoca un juicio que solo me genera agradecimiento eterno y envidia sana. Es tan solo una sutil sugerencia: aprendamos a pensar.
Mia Men
Tengo ya años más que suficientes para entender que esto de la vida es un aprendizaje permanente. A veces es interesante y es conveniente no detenerse a pensar que uno lo sabe todo, porque la esclerosis es la muerte, en definitiva. Pero lo cierto es que en lo que respecta a la línea de aprendizaje, yo no acabo de hallar el acierto en el que tratamos de ir a mejor, de entendernos entre nosotros. Creo que hay un rescoldo todavía y va a quedar (eso es inherente a la condición humana) donde la necedad, como decía Albert Camus en “Calígula”, es homicida; y la necedad sigue atentando contra la condición humana, comportamientos necios que sería de desear que ya hubiera desaparecido, bien alimentados por intereses más bien bastardos o simplemente porque la maldad (o la estupidez, o la necedad) sigue estando ahí instalada entre nosotros.
De todos modos, aspiro a lo positivo, a la confianza en el ser humano. Siguiendo lo que plantea José Antonio Marina en el libro “La inteligencia fracasada”, creo que cualquier forma de inteligencia superior apunta a la bondad, o al menos yo quiero creer que es así y eso es lo que me permite todavía mirarme al espejo por las mañanas y sonreír.
José Sacristán
Sinceramente, estoy de acuerdo con José Sacristán ya que considero que la educación y la madurez son importantes para que la sociedad siga prosperando hacia un futuro prometedor SIN LUGAR PARA LA NECEDAD. ¡Hay que seguir aprendiendo! Para ello, hay que salir de la zona de confort de cada uno y descubrir mundo.
Aunque si quieres que los lectores se entusiasmen debes hablar con un vocabulario más simple.
José Sacristán nos hace reflexionar sobre la importancia de la educación y la inteligencia.
Nos abre una ventana de optimismo y esperanza ya que nos anima a pensar que cualquier forma de inteligencia está relacionada con la bondad. Sin embargo, no deja de apuntar que la necedad sigue vagando entre nosotros, cuando deberíamos dejarla atrás y empezar a entendernos y ayudarnos entre nosotros.
Don José Sacristán nos cuenta que la vida es un camino de aprendizajes. A la vida la educación es uno de los temas más importantes que la gente debe de tener inculcado para poder convivir en ella adecuadamente.
Hoy en día la gente debería de ser más abierta y intentar ayudar a la otra gente para llegar a ser mejor persona.
No estoy muy de acuerdo con la relación que nos hace José Sacristán entre la necedad y la maldad, creo que son dos cosas completamente distintas que no comparten las mismas raíces.
Tenemos que aprender que siendo bondadosos nos ayudamos unos a otros y podemos llegar mucho más lejos. Por eso, tenemos que confiar en que siendo tan inteligentes como somos, comprendamos que para mejorar y crecer como sociedad tenemos que ser buenos entre nosotros.
Aunque me gustaría tener la confianza que tiene el Sr. José Sacristán hacia el ser humano, no consigo tenerla. A veces sí que está bien estar en la ignorancia, pero solo por un rato. Pienso que nuestra sociedad teme los cambios y prefiere resguardarse en la ignorancia para no tener que afrontar la realidad, y esto es realmente un problema.
A diferencia del Sr. José Sacristán, yo no tengo tanta fe en nuestra nueva generación, y no es por algo personal. Puede sonar muy típico, pero vivimos en una era de cambios constantes, especialmente con la introducción de las tecnologías. Pienso que estas nos están encerrando en una ignorancia que dudo que tenga marcha atrás. Aunque pueda parecer positivo, las tecnologías nos facilitan demasiado la vida dándonos acceso a toda la información que queramos y cuando la queramos. Por ejemplo, estamos perdiendo la capacidad de saber diferenciar qué información es veradera o falsa.
Tal vez no sea este el mejor ejemplo para poner, pero creo que nos estamos convirtiendo en necios y me preocupa porque no creo que haya marcha atrás.
Creo que José Sacristán tiene mucha confianza hacia los humano, yo no puedo tenerla ja que no creo tanto en la nueva generación. A veces sí que está bien tener confiança pero no tanto como el, pero solo por un rato. creo que nuestra sociedad teme los cambios y prefiere no afrontar la realidad, y esto es un problema grave, ja que si no lo afrontamos nunca mejoraremos.