
Francesc Torralba es un Pensador en mayúsculas. Catedrático de Ética en la Universidad Ramon Llull, su labor filosófica en torno a la existencia humana, elementos como el sufrimiento, el silencio, la muerte, Dios o la libertad me resultan realmente apasionantes. Y en este sentido, su labor como docente resulta clave, ya que comparte su ingente conocimiento con todo aquel que le quiera escuchar. Así que gracias señor Torralba por eso que usted denomina “Autodonación”. Deseo que todo aquel que se adentre en este texto sienta, desde la primera línea, un inquebrantable amor por el conocimiento.
Mia Men
Quizás, en el fondo, lo que más nos incomoda es el arte de preguntar. ¿Por qué nos inquieta tanto el silencio? ¿Por qué nos molesta tanto la quietud? ¿Por qué nos sumergimos en el vértigo del activismo? ¿Qué buscamos? ¿Qué pretendemos llegar a ser? ¿De qué escapamos? ¿Por qué consumimos con voracidad? ¿Por qué nos conectamos cada dos segundos? ¿Por qué nos aterra la desconexión? ¿Qué esperamos de nuestras vidas? ¿Por qué consumimos vidas ajenas? ¿Por qué nos interesa la última estupidez del último arlequín del circo mediático? ¿Qué ocultamos con esta fuga hacia fuera?
¿Por qué nos inquieta la mirada del otro? ¿Por qué huimos de la palabra que lo desnuda todo? ¿Por qué nos agarramos a las pequeñas mentiras cotidianas? ¿Por qué nos duele tanto la verdad? ¿Por qué huimos como del pensamiento de la muerte? ¿Por qué no podemos soportar nuestra fragilidad, nuestra miseria, nuestra inconsistencia, nuestra indigencia? ¿Qué hay en la red que tanto nos seduce? ¿Acaso la dispersión es un modo de huir del pensamiento?
¿Quizás lo que realmente nos aterra es el vacío que somos capaces de entrever por los intersticios de la banalidad? ¿Quizás ese vacío nos revela lo que nuestra vida es? ¿Quizás es signo alarmante que debemos cambiar de existencia, dar el salto, virar hacia otra forma de vida? Pero, nos aterra la metamorfosis, el giro hacia la autenticidad, abandonar los lugares comunes, percatarnos de nuestra infinita irrelevancia.
Somos deseo de algo que nada puede colmar y esta constatación solo admite dos salidas: la caída en el absurdo o bien la confianza en el Ser.
Francesc Torralba
Son preguntas que me he planteado alguna vez. Creo que son caracteres del ser humano i preguntas que son difíciles de responder. Des de mi punto de vista si todos tuviéramos más confianza en nosotros mismos i en las otras personas estas preguntas no nos las plantearíamos. Estoy muy de acuerdo con las 2 últimas frases creo que engloban muy bien el mensaje que quiere transmitir.
En mi opinión muchas acciones que realizamos las utilizamos para evadirnos de la realidad de nuestro propio ser. No nos gusta el silencio, la quietud y nos interesa las cosas ajenas. Realmente nos tendríamos que preguntar si tenemos suficiente confianza en nosotros mismos o quizá es que no aceptamos nuestra vida y en tal caso, quizá, la deberíamos cambiar.
En mi opinión, estoy de acuerdo con Francesc Torralba, puesto que todas esas preguntas probablemente todos nos las hemos planteado alguna vez. Hay pocas personas que no teman a los cambios y, a veces, con la finalidad de evitar ver nuestros propios problemas, nos centramos en los de los demás. De esa forma, evitamos ver nuestros errores y haberlos de corregir a base de cambios. Como dice en la última oración, la mejor manera de salir de este miedo es con la confianza en uno mismo.
Los seres humanos somos seres curiosos que simplemente buscamos respuestas a todo lo que nos rodea, pero cada vez me doy más cuenta de que no todo tiene solución, de que no todo es tangible o se puede medir (por muy loco que parezca, la ciencia aveces no nos da todas las respuestas), al fin y al cabo, la vida misma no tiene una respuesta concreta. Pero lo curioso es que esa ansia de conocer y de obtener la verdad nos hace salir de nuestra zona de confort, y a la vez, cómo bien expresa el autor: el cambio, lo desconocido, ese vació que se forma cuando estamos fuera de lo común, nos aterra.
Muchas personas, metafóricamente hablando, se ponen una máscara cuando están con otras personas, tienen miedo al contar su penosa vida, tienen miedo de ser juzgadas, tienen miedo de muchas cosas. Pero de lo que más tienen miedo es de ellos mismos.
Nos duele la verdad, y lo que puedan pensar de cada uno. La mayoría de personas intentan aparentar lo que no son, y según mi opinión esto es una falta de tranquilidad propia, y personalidad. Nos aterra cambiar de vida ya que tendrías que admitir que es una mierda. Por eso nos cubrimos criticando a los demás.
*No todas las personas son así
De acuerdo con lo que dice el autor, Francesc Torralba la mejor manera de salir de la nuestra zona de confort y preguntar-se todas las cosas y no tener miedo de lo desconocido y el cambio es la confianza en uno mismo.
En mi opinión todos alguna vez nos hemos preguntado estas preguntas y son difíciles de responder, ya que por cada persona puede ser que tenga una respuesta distinta o incluso me atrevo a decir que puede ser que hay personas que no encuentren ni una respuesta por alguna pregunta o que le tengan miedo a encontrar la respuesta.
Es cierto que como seres humanos tendimos a evitar la realidad, lo que nos preocupa o que nos aterra, evitando la reflexión en momentos de silencio y en momentos donde nos podemos plantear nuestro destino. Escapamos de la realidad constantemente y me incluyo en este saco por miedo a aceptarnos tal y como somos y por miedo a conocernos como personas. De ahí viene la necesidad de estar conectado 24 horas y 7 días a la semana, muchos esperamos que nos juzguen los otros antes de saber quienes somos nosotros. Buscamos constantemente la aprobación de la sociedad para formar una idea de quiénes somos y qué buscamos en la vida. Relacionado al tema de nuestra realidad, nosotros, las personas solemos adaptarnos al medio en que vivimos y incluso definirlo como nuestra zona de confort. Nos asusta saber qué pasaría si busco algo nuevo? Qué pasaría si hago esto o lo otro? Este es otro de los motivos por los cuales no aterra el silencio y la reflexión. Queremos evitar pensar en algo más allá y en algo que supone cambiar nuestra zona de comfort y desgraciadamente creo que es una actitud instintiva humana y es sumamente difícil hacer algo al respecto.
Estas son preguntas estoy 100% segura que todo el mundo se ha hecho. Esto es porque la gente es ambiciosa y quiere buenos resultados, no quiere cometer errores. Para evitar los errores nos hacemos las preguntas para plantear que decisión tomar y como nos afectara en un futuro. Aparte de la ambición tenemos miedo a lo desconocido, no sabemos lo que pasara pero queremos estar preparados y la realización de estas preguntas nos da como una vista al futuro y podemos intentar «adivinar» que opción es la que nos dará el «premio ganador».
Todas las preguntas que son planteadas me resultan interesantes, sin embargo no creo que realmente nuestra situación sea tan mala com se presenta, y muchas de las afirmaciones que se encuentran en las preguntas me parecen una exageración, cómo cuando habla sobre el uso de las redes y el consumir vidas ajenas, él lo plantea como algo horroroso, mientras que para la gran mayoría simplemente es un pasatiempo más, y no una vía de escape de la realidad.
Muchas veces nos hacemos preguntas a las que no sabemos o nos cuestan contestar, nos sacan de nuestra zona de confort y nos hacen sentir incómodos, aunque no nos damos cuenta que esta sensación puede ser la respuesta de estas preguntas, es decir, muchas veces nos inquieta el silencio, nos molesta la quietud, nos fijamos en la vida de las otras personas antes que en la nuestra… en mi opinión todo esto lo hacemos por el simple hecho de que no nos sentimos cómodos con nosotros mismos, para evitarlo quizás deberíamos «confiar en el Ser» como dice Francesc Torralba.
Yo creo que las preguntas que se hace él son realmente muy buenas, ya que hay aveces que me las pregunto y la verdad que nunca se llegar a una solución ni siquiera a una pregunta.
El terror y la incerteza son cualidades del ser humano. Ese miedo que se nos produce en el interior al afrontar la verdad, esa verdad que nos duele tanto y hoy en día ese dolor crece aun más comparándonos a esas personas que ni conocemos realmente detrás de nuestras pantallas y poco a poco nos vamos consumiendo en el deseo de esa mentira que nos cuentan. Sí, los humanos somos frágiles y nos rompemos fácilmente, nos evadimos en las vidas de los demás para tratar de consolar la nuestra y tomar ejemplo para cambiarla y aun así nunca estamos satisfechos.
El cambio nos aterra, nos produce incertidumbre, ¿Estaré haciendo lo correcto?, ¿Qué me pasará si lo hago?, ¿Seré feliz?, la duda invade y nos ciega del futuro, el cual nadie te puede asegurar con total certeza que este vaya a salir bien, pero puede que si te preguntes si necesitas un nuevo futuro es que la realidad que estas viviendo en este mismo momento no es la que satisface.
Creo que el humano es un ser estacionario, me refiero a que no nos gusta el cambio una vez estamos bien y si bien muchos dirían lo contrario no creo que realmente lo piensen, esto sin duda lo podemos ver muy bien reflejado en la filosofía con el mito de la caverna de Platón . Entonces en un estado en el cual sufrimos a lo largo de nuestra vida 0 cambios, en una sociedad donde somos miles de millones y parece que todo el mundo hace lo mismo los humanos nos queremos evadir.
E algunos lo ven como algo atroz, diciendo que el sistema nos quita la humanidad y nos hace robots , este es sin duda un sistema en el cual la libertad del individuo puede parecer coartada, en la que el único cambio permitido está dentro de unos cánones establecidos por tanto no es cambio y cuando vemos a aquel que despunta, que dentro del sistema ha conseguido sobresalir, cuya historia es muy diferente a la nuestra no podemos hacer sino olvidarnos de la nuestra propio y fijarnos en esta gente, en estos casos. Esto se extrapola a la ficción, nos ayuda a alejarnos de una vida en la cual no podemos cambiar por miedo, en la cual parece que cada intento de cambio es penalizado y en la que tenemos pensamientos como: bueno podría estar en una situación peor. Por tanto alimentando a este sistema a seguir sin cambiar, lo que deriva en un intento de evasión de las persona en pequeñas cosas.
Lo que más nos incómodo es el arte de preguntar, preguntar porque somos de una manera y no de otra, y infinidad de preguntas que el entorno social nos provoca, y yo creo que esta incomodidad se deber a que no queremos saber la realidad de nuestro ser, de la realidad en que vivimos, y como somos en realidad
La verdad es que la mayoría de preguntas que hace Francesc Torralba no me las he planteado nunca. La curiosidad es una de las cualidades que caracteriza a los seres humanos junto a la capacidad de racionar, preguntar y llegar a responderse a sí mismo las preguntas. Muchas veces nos preguntamos cosas sin solución, sin respuesta, y estas son las que nos preocupan, las que nos inquietan. Aunque desde mi punto de vista, creo que el interés en saber y poder resolver todo lo que nos rodea es bueno, y nos motiva a seguir a delante para terminar resolviendo nuestras dudas.
Este texto nos habla de que todos nosotros somos personas que buscan respuestas a un montón de preguntas que nos hacemos diariamente y también nos dice que muchas de las preguntas que nos hacemos nos las hacemos para no conocer las respuesta y así evitar una posible respuesta que no nos va a gustar.
El señor Francesc Torralba vemos como cuestiona una gran cantidad de preguntas, creo que el ser humano se caracteriza por este factor. El hecho de dudar nos da una existencia, pero puede generar cierto inseguridad por la falta de respuestas. Estas preguntas, y estos constantes pensamientos e ideas que van y vienen a nuestra cabeza, minimizan y esconden preocupaciones, sentimientos y sensaciones los cuales no permiten ser resueltos. Creo que los seres humanos no solo tenemos miedo a los cambios, o a la opinión de los demás. Me gustaría ir más allá y preguntarme que si el que realmente nos preocupa es el vacío que dejaremos después de nuestra muerte. Por esta razón, intentamos ganar importancia en la vida de los demás, evitando así ser olvidados sin haber dejado huellas. Por la tanto podríamos decir que el ser humano de forma inconsciente sólo piensa y actúa en base a sus experiencias pasadas y prioriza el futuro. Sin embargo, no vive el presente.
En mi opinión estoy de acuerdo con el autor ya que las preguntas que menciona todos nos las hacemos muchas veces y son normales de un ser humano. También creo que la confianza de uno mismo es muy importante para seguir adelante en la vida y que si no la tenemos no nos planteariamos las preguntas que el autor menciona
Yo creo que todos tenemos, en algún ricón de nuestra mente, esa lista de cosas que queremos hacer antes de morir. Esas promesas en las que piensas año tras año cuando oyes la última campanada y piensas “este año sí, este año lo consigo”. Pero poco a poco esas ganas se desvanecen. No sabes si es la pereza, el miedo o que ya lo has dado por perdido. ¿Y si cuando lo intento veo que no puedo? ¿Y si cuando lo intento me doy cuenta de que no era una promesa sino un engaño?
Y así es como sigues haciendo lo que siempre has hecho: esconderte. Rehuyes la mirada, llenas los ratos libres hasta que ya no hay tiempo para pensar en esos planes, te intentas convencer de que “no, si yo lo quería hacer, pero ha sido imposible”. Y quizás esa excusa valga cuando se la cuentes a otro, probablemente los convenzas. Pero en el fondo, en ese rincón de tu mente, sabes que no es verdad. Tan solo era una huida a la que llevas ya mucho tiempo aferrándote.
Porque, en realidad, tal y como dice Torralba, lo que nos aterra es el vacío. Le tememos a la idea de aceptar que ha sido culpa tuya, aceptar tu derrota. Pero lo peor es que esta idea resulta tan desalentadora como la idea de por fin cambiar y afrontar ese vacío.
Sin preguntas no hay curiosidad, sin preguntas no hay progreso. Los grandes inventos de la historia son derivados de pequeñas preguntas y grandes respuestas, la gente adora las respuestas e ignora las preguntas, motivo por el cual son pocos los triunfantes y muchos los fracasados. Las preguntas hacen salir nuestro cerebro de la zona de confort para encontrar nuestra respuesta.
Los reyes de la preguntas son los niños, si nos fijamos en su comportamiento siempre hacen preguntas mientras los grandes las ignoran. Los niños son la joya de la sabiduría hasta que la educación les destruye sus curiosidades, mientras que lo que debería hacer es fomentar las.
Por lo que hace al contenido, estoy convencido que si tuviéramos claras nuestras propias respuestas, el mundo funcionaría mucho mejor, estos temas tan abstractos son la respuesta a nuestro comportamiento y la raíz de problemas mundiales.
Después de haber leído este texto y el de Gabilondo, puedo ver una conexión entre ambos. Creo que el giro hacia la autenticidad, al que el autor se refiere en el penúlitmo paràgrafo, nos aterroriza ya que puede significar no ser bien aceptado en la sociedad de hoy en día, y opino que esta respuesta es la misma en casi todas las preguntas que Torralba nos ha planteado. Preferimos no buscar respuestas a preguntas incomodas por el que dirán, así somos los humanos.
Moltes vegades m’han vingut a la ment aquestes preguntes. Però mai m’he arribat a preguntar, per què me’ls plantegava. Crec que ens sorgeixen aquestes preguntes a la nostra ment d’agut a la falta de confiança d’un mateix. Si tothom tingués més confiança en si mateix, aquestes preguntes serien no plantejades.
Estas preguntas surgen de las mentiras que creamos a nuestro alrededor debido a la poca confianza en uno mismo y el miedo de lo que puedan pensar los otros sobre nuestra persona.
Creo que muchas de estas preguntas nos las hemos hecho alguna vez a lo largo de nuestra vida aunque sean inquietantes.
Como bien dice Torralba, nos aterra el vacío que nos puede revelar lo que somos realmente y hacernos cambiar nuestra forma de vivir. Pienso que muchas veces ocupamos nuestras vidas por el miedo a este cambio y además olvidarnos de la fragilidad de nuestra existencia.
Este temor lo sustituimos por interesarnos por cosas más materiales y ajenas a nuestro ser, así evitamos pensar y reflexionar.
Por eso, como dice la última frase, la mejor salida es la confianza en nosotros mismos.
Concuerdo con Torralba que el ser humano muchas veces teme a las preguntas, pero se podría decir que más que a la pregunta se teme a la respuesta, a lo que esta implica. A los humanos nos gusta la estabilidad, y nos aterra el cambio por la posibilidad de perder esta comodidad que tanto nos agrada, por eso tememos a preguntas como estas, la respuesta de las cuales puede hacer que nos demos cuenta que nuestra vida necesite un cambio importante y la incerteza de futuro que provoca nos hace dudar y temer. En mi opinión este miedo no debería impedir que nos planteemos estas preguntas que son necesarias para avanzar, es cierto que puede que el cambio salga mal, pero de los errores se aprende, y si sale bien se habrá avanzado y habrá sido cambio un positivo.
Queremos todas las respuestas pero no todo tiene respuesta, somos curiosos, todos nos hemos planteado varias de estas preguntas alguna vez. Le damos vueltas a todos, estamos constantemente metidos en nuestros pensamientos, ¿por qué? a lo mejor porque somos curiosos o porque tenemos que pensar en algo constantemente para no sentirnos vacíos, no lo sé. Es una de las preguntas de las cuales no sé la respuesta. A lo mejor nos hacemos todas estas preguntas por evadirnos de lo que estamos viviendo, de una realidad que no nos gusta y así pensar en esas cosas que a lo mejor nunca sabremos pero sirven para olvidar lo que esta pasando. En vez de cambiar la causa por la que nos absorben nuestros pensamientos, nos evadimos. Como se dice en el texto, nos aterra la metamorfosis, nos aterra más el cambio hacia lo desconocido que la realidad. Nadie puede contestar a todas las preguntas de las que deseamos la respuesta así que está en nuestras manos como lidiar con ellas.
El ser humano tiene como naturaleza hacerse preguntas a pesar de que no las pueda llegar a respoder o simplemente no quiera responderlas a causa de la inseguridad que estas le causan. Pero realmente estas preguntas son fruto de la inseguridad de uno mismo y para poder responderlas tendriamos que tener mas confianza en nosotros mismos.
Vivimos en la era del ‘micromomento’, consultando el móvil hasta 150 veces al día.
En esta sociedad disfrutar del vacío y el silencio es un atrevimiento al alcance de pocas personas. estamos tan habituados al ruido que percibimos el silencio con sensación de extrañeza, y por eso nos disponemos a buscar ruido, buscamos soluciones, preguntas, objetivos, cosas que llenen ese vacio incomodo del que tanto tememos. Y asi mismo nos evadimos por momentos de la verdad y la realidad, cosas que a veces no queremos oir ni pensar, ya que muchas veces ese conocimiento es doloroso, y vamos en busca de nuevas cosas para distraernos.
En mi opinión el ser humano evita todas estas preguntas y sus respuestas porqué es más fácil vivir en la ignorancia la cual es nuestra zone de comfort, que querer ir más allá.
Me parece fascinante la facilidad que tenemos las personas para plantearnos muchas preguntas, aunque no encontremos una verdadera respuesta, o aunque esta cambie con el tiempo, el simple hecho de haberte planteado diferentes preguntas te hace cada vez más humano. Muchos podrán decir que plantearse preguntas es una perdida de tiempo, ya que se nos acumulan inquietudes sin descifrar, pero gracias a todas las preguntas que nos planteamos somo conscientes de que existe una realidad, es más, le estamos intentado atribuir un significado a nuestra propia realidad.
El ser humano no es perfecto, es allí donde reside la gracia de esta vida. La variedad nos permite evolucionar y conocer. Somos seres curiosos y el hecho de aceptar nuestros propios pensamientos hace que podamos deducir la gran importancia que el ser humano le da al conocimiento.
Por otra parte, me gustaría recalcar que debemos ser uno mismo para poder formar parte de un todo común. Es vital conocerse, entenderse, investigarse, explorarse…para después poder ir más allá del propio ser. Aunque no podemos estancarnos en nuestros propios pensamientos y inquietudes, a veces, en ciertas circunstancias, necesitamos una ayuda externa. Por eso es importante saber diferenciar el Yo individual y el Nosotros colectivo. ¿Y por qué digo eso? Porque seguramente la mayoría de preguntas que uno se plantea, otra persona también puede que se lo platee, pero la respuesta o el significado que le des a estas, en ambos casos puede resultar ser diferente.
Yo creo que lo que nos plantea el texto, y lo que me ha hecho reflexionar, es que nos aterra salir de nuestro punto de confort, lo desconocido. Tenemos miedo al que dirán, nos asusta ser diferentes por miedo a no gustar o simplemente a no ser aceptados por la sociedad. Supongo que muchos de nosotros nos hacemos las preguntas planteadas por el autor y probablemente, todos daríamos respuestas distintas.
Todas esas preguntas TODOS nos las hemos hecho en algún momento u otro. A todos nos da miedo ir más allá de nuestros pensamientos y llevar todos ellos a la realidad, a hacer algo para cambiar esas inseguridades y miedos a fortalezas.
Y eso es porque todos estamos muy bien en nuestro sitio seguro, donde nadie nos dice nada y donde nuestras preocupaciones no van más allá de algún que otro problema que hayamos podido tener en nuestro día a día. Pero en verdad tenemos todos esos pensamientos y preocupaciones que evitamos y ocultamos para no sufrir y por el miedo al cambio y el miedo a afrontar a los temores que cada uno mantiene en su interior.
La sociedad de hoy en día influye mucho en nuestro pensamiento. Actualmente si viajas, si estudias en el extranjero, si no paras de hacer actividades eres más «guai». En mi opinión, los humanos tenemos miedo a no ser aceptados por la sociedad, a ser distintos. Pienso que tendríamos que ser más seguros de nosotros mismos.
Yo creo que decidimos hundirnos en el mar de internet, las redes sociales… para evadirnos de la realidad. Nadie tiene una vida perfecta, el humano siempre busca imperfecciones en las cosas y eso incluye buscar las imperfecciones de nuestras propias vidas. En internet podemos ver casas de ensueño, coches alucinantes, ropa carísima y gran cantidad de otras cosas que no tenemos. Viendo las asombrosas vidas de los demás podemos conseguir satisfacer durante un breve instante la necesidad de tener más, o almenos asombrosas para nosotros, ya que seguro que esa persona que envidiamos también se evade la realidad imaginandose una mejor vida mediante internet.
La era de entretenimiento en la que vivimos nos ha proporcionado una zona de confort que nos ha hecho ser ignorantes sobre nosotros mismos. Una vez entras en ella, nos atrapa. Las metas las convierte en sueños. Los problemas quedan sin solución. La vida pasa, no hay progreso, solo degradación.
Dr. Francesc Torralba en su ensayo expone que lo que nos incomoda son las preguntas. Sin embargo, yo creo que en realidad, son las respuestas a ellas. Las posibles respuestas son las que nos retienen de plantear las preguntas, ya que nos abren los ojos a la nuestra ignorancia. Animan a salir de la zona de confort, pero nosotros, al estar acostumbrados al placer, no lo hacemos.
Abandonar la zona de confort es un elemento esencial para mejorarse como individuo, y viene a un precio, pero sabemos que sin el sufrimiento, la vida carece de sentido. Yo considero que responder estas preguntas con consciencia es el primer gran paso para hacerlo.
Como personas, siempre intentamos mantenernos ocupados pensando o haciendo cosas para evitar la sensación de soledad, de vacío que experimentamos cuando nos planteamos cuestiones sobre nosotros mismos, como por ejemplo nuestro proyecto vital, lo que queremos ser en el futuro… es más fácil y menos aterrador pensar en otras cosas que no nos impliquen a nosotros.
Personalmente creo que son una preguntas provenientes de una mente crítica que ya no frecuentan en nuestra mente. Si alguna vez nos hemos planteado alguna de estas preguntas, rápidamente la hemos borrado de nuestra mente, porque sabemos que para cambiar alguna cosa se requiere una gran fuerza emocional, y eso significa salir de nuestra zona de confort. Por eso mismo hemos dejado de hacernos preguntas y hemos ido aceptando todo nuestro alrededor aunque no estemos totalmente de acuerdo con algunas cosas. Y lo que es peor, si alguna vez nos las hemos planteado, seguramente nos habremos sentido atacados y criticados por nuestro alrededor.
Estas preguntas son normalmente contestadas de forma pasiva y constantemente son ignoradas. ‘Es así y ya esta’, ‘Es la condición humana’… Ahora mismo no me vale un ‘porque sí’ pero parece que poco a poco la gente se acostubra más estar tumbado en su colchon de falsas verdades y mentidas comodas. No nos atrevemos a cuestionar a eso que es rutina y costumbre. Ese es un pecado en el que la humanidad nunca debe caer, el dejar de plantearse la existencia.
En mi opinión, la sociedad de hoy en día es muy frágil y superficial, la población de mi generación tiene miedo de hablar sobre la realidad, entonces se centran en hacer falsas ilusiones. En general la gente no sabe apreciar y compartir el silencio y realmente pensar en sí mismo y reflejar sobre sus acciones sino que se dedican a entretenerse con cualquier tontería por no entrar en algún tema serio por miedo de encontrar algo que les incomode, que podría ser su futuro, relaciones, un vacío que falta para rellenar en su vida, etc.
Otra característica que tiene la mente humana, es el miedo de expresar vulnerabilidad por eso no hacen contacto ocular directo y se muestran distantes para no entrar en su estado emocional.
El texto de Dr. Francesc Torralba me ha hecho reflexionar sobre las preguntas que ha escrito. Creo que el ser humano a veces tiene miedo de mostrarse como es verdaderamente, por la inseguridad que se tiene de uno mismo.
Buena reflexión ilustrada en preguntas, una idea brillante! La verdad es que todos tenemos miedo de la verdad de nuestra vida, por eso no preguntamos, nos incomoda, nos aterra saber si realmente estamos aquí por nada, quiero decir, si supiesemos al 100% que la respuesta ha esa pregunta es que estamos aquí por una razón y que esta razón en nuestra opinión es buena entonces no tendríamos miedo, pero nos da más miedo saber la verdad de la pregunta y que nos digan que estamos aquí por nada, que no hay razón para vivir y por eso no preguntamos. Algunos buscarán la verdad por saber, por puro conocimiento.